No pudo tener mejor marco la alternativa de Andrés Roca
Rey. Las Arenas de Nimes lució un lleno total para esta cita histórica del
joven torero. Ocho orejas y tres toreros a hombros
A. Roca Rey recibiendo la al alternativa de manos de E. Ponce |
fue el saldo del festejo,
tres y tres para Enrique Ponce y Juan Bautista respectivamente, que abrieron la Puerta de los
Cónsules y dos para Roca Rey que abrió la puerta grande. Los toros, uno de Victoriano
del Río, dos de Toros de Cortés y tres de Juan Pedro Domecq, bien presentados y de
comportamiento desigual, nobles y manejables en líneas generales salvo el sexto
(bis).
Enrique Ponce cedió a Roca Rey la muerte del primero de la tarde de nombre “Pocosol” con el hierro de
Victoriano del Río. Lo recibe el aún novillero por Verónicas a pies juntos
lanceando con suavidad rematando la serie con el capote a una mano. Después de
un buen tercio de varas se luce en el quite por Caleserinas. El toro del
doctorado se lo brinda a su padre y a su hermano, el también torero Fernando
Roca Rey. Vistoso Inicio de faena pegado a las tabas. El toro es noble, fijo,
pronto y embiste con calidad, pero sosito y justo de fuerzas. Los derechazos son
templados y muy bien hilvanados uno tras otro. Muy sobrado de condiciones con
el toro de la alternativa, que a pesar del viento, pudo estar cómodo frente a él.
Luquecinas al final de la faena que coronó con una estocada caída, pero de buena
ejecución. Con el sexto salió a por todas derrochando valor. No pudo ser más
emocionante el recibo capotero por Gaoneras rematadas con una Larga Cambiada
rodillas en tierra. Se duele el toro y cojea de la pata derecha y el juez deja
caer el pañuelo verde. Al sobrero, toro de Victoriano del Rio, lo recibe
por Chicuelinas que remata con una Serpentina. Intenta el quite por Zapopinas
que no resulta lucido. No la tuvo fácil Roca
Rey con este toro que ya había acusado en banderillas el defecto de cortar el
viaje. Toro con genio, que apretó por el izquierdo y protestón con el defecto
de salir con la cara alta por el derecho. El toro pegó un derrote y lo coge de
manera aparatosa, pero sin consecuencias. Otra estocada de buena ejecución y
ahora sí la estocada en todo lo alto. Muy por encima Roca Rey con un toro que
pedía papeles y al que había que plantarle cara. Ya se ha dicho que aquí hay un
Torero y que está llamado a mandar en este difícil mundo. Roca Rey es hoy por
hoy el torero que la historia taurina del Perú reclamaba, un torero de talla
internacional.
Enrique Ponce estuvo una tarde más “en maestro” sobre todo con
su primero y con su segundo haciendo gala de vergüenza torera. Su primero metió bien la cara de salida,
repite en el capote, pero embiste con brusquedad echando las manos por delante y siempre con
el defecto de escarbar en la arena. En la muleta se descompone y embiste
rebrincado por el derecho. Con la muleta en la izquierda los pases son de
mando y dominio. Torero enrazado Ponce con un toro complicado al que supo someter.
Media estocada y acusa en la ingle una rotura de fibra muscular. Su segundo lució el
hierro de Juan Pedro Domecq, un toro noble, con fijeza y sin malas ideas. El de
Chiva lo toreó con desmayo, corriendo la mano hasta donde pudo, y sin perder la
estética a pesar de estar adolorido por la lesión. Faena larga y de mucho mérito
donde el torero arriesgó más de la cuenta. Estocada en todo lo alto y dos orejas
premio a su buena actuación y a su vergüenza torera.
Juan Bautista se mostró
fino y muy técnico con su primero al que recibe de rodillas. Con la muleta
toreó con despaciosidad llevando al toro templado y cocido a la muleta. Es bueno el de Cortés, fijo, pronto, alegre, repetidor y embiste con calidad. Lo pincha en la
suerte de recibir y cae el toro al primer descabello. Oreja. El quinto de la
tarde tuvo movilidad, el de Arles lo recibe a pies juntos. Roca Rey va al quite
por Chicueinas y replica Juan Bautista por Crinolinas y Gaoneras. El toro galopa
y se luce Juan Bautista con los palitroques. Con este toro se mostró encimista
y muy acelerado, sin estar mal nunca estuvo por encima del toro. Lo mejor fue una
tanda con la izquierda muy templada y con enjundia. Aquí le funcionó la espada
y enterró el acero en todo lo ato otra vez en la suerte de recibir. Faena premiada con
dos orejas con la sensación que algo más se pudo hacer con el toro.
Foto: Cultoro
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