Por: Fernando Farfán
La tercera de abono en Lima fue denominada La Corrida de las Naciones. Seis toreros de cinco nacionalidades hicieron el paseíllo. El mexicano Jerónimo, el colombiano Luis Bolívar, Los españoles Paco Ramos y Rafael Serna, el peruano Luis López y el venezolano Jesús Enrique Colombo.
Lo que sigue es la crónica de un petardo anunciado. Corrida impresentable con tres astados de Santa Rosa de Lima y tres de Apóstol Santiago. A lo de hoy llegamos por el retiro de la ganadería San Pablo después que la empresa reculó al no poder hacer frente a los serios cuestionamientos debido a la dudosa procedencia de sus toros, especulándose que sean de contrabando.
Hoy no había posibilidad que la corrida esté bien presentada, pero era difícil imaginar que estuviese tan mal. Poca vergüenza de un juez que le vuelve a dar pase a bureles sin el mínimo trapío, exponiéndose al rechazo de una plaza que ya canta su nula autoridad.
De Santa Rosa de Lima fueron el primero, tercero y sexto. Los tres con un trapío indigno para Acho, siendo bizco del izquierdo el primero de ellos; terciado el segundo excesivamente cornicorto, que desató una bronca del público; y anovillado el tercero.
Los de Apóstol Santiago fueron los lidiados en segundo, cuarto y quinto orden. El primero de ellos terciado escurrido de carnes; con edad el segundo, descaradamente despuntado; y muy justo el tercero. Los tres chupados de los ijares.
Salvo el cierra plaza la corrida no sirvió. Un desfile de toros mansos y descastados cada uno peor presentado que el anterior.
La debacle en Acho parece no tener fin y el desprestigio de la empresa sigue en aumento.
La pancarta que ilustra la presente crónica resume perfectamente el sentir de toda una plaza. ¡Casa Toreros - Consorcio Perú, la afición de Acho exige respeto!
Personal de seguridad en la puerta de sol prohibió a los aficionados el ingreso con cámaras. La empresa tiene que explicar este atropello que no tiene ningún sentido y atenta contra la libertad del público pagante.
Se guardó un minuto de silencio en memoria del banderillero Carlos Tovar.
Jerónimo, Luis Bolívar, Paco Ramos y Luis López confirmaron alternativa. El mexicano Jerónimo lo hizo de manos de Rafael Serna, y tanto Luís Bolívar como Paco Ramos y Luís López lo hicieron de manos suyas.
Abrió plaza Jerónimo de buen manejo con el capote. De salida sujetó bien al primero. Quitó por navarras después de un puyazo trasero de Joseph Rojas. Con la muleta citó siempre fuera de cacho. Las veces que el toro se le coló fue por la ventana que dejaba entre él y el toro. Había que torear y no lo hizo. El público tomó partido por el toro que sin ser bueno tuvo posibilidades que el mexicano no aprovechó. Pinchó dos veces y le sonó un aviso. Pasaportó a su enemigo de una entera trasera. Palmas para el toro y silencio para el torero.
Luis Bolívar anduvo desconfiado. El segundo tuvo embestida brusca, soltaba la cara y salía desentendido. Exigía un toreo por bajos con muletazos de pitón a pitón que el colombiano no recetó. El toro llegó entero a la suerte suprema. Mató con oficio dejando una entera desprendida. Pitos para toro y torero.
Paco Ramos vio condicionado su labor por la bronca que desató la poca presencia del astado que sorteó. Terciado y pobrísimo de cara fue el tercero. Es bueno el inicio por doblones y estuvo siempre bien colocado. Tiene un andar muy torero, pero le faltó temple y mando a su muleta. La espada se le fue escandalosamente baja, dejando luego una entera. Pitos en el arrastre y palmas para el torero.
El torero de la tierra se las vio con el cuarto. Mostró complicaciones con resabios que hicieron intuir que ya había visto capote alguna vez. La lidia desordenada le costó un percance al de plata Andy Guerrero. A Luis López le cuesta mucho quedarse quieto y con lo dicho anteriormente el lucimiento fue imposible. Desarrolló mucho sentido el manso y siempre cortó el viaje. La espada le quedó perpendicular y desprendida. Con el descabello se eternizó al punto de escuchar los tres avisos que demoraron en sonar. Después del tercero el toro se echó y el juez mandó apuntillar a la res antes que salgan los cabestros. Toro y torero se llevaron pitos.
Rafael Serna de buen recuerdo en Acho no tuvo suerte con el quinto. Este fue el único que recibió dos puyazos, siendo el primero muy largo. El toro fue masacrado en el caballo. Un manso mirón, sin casta ni movilidad, que saltó al callejón buscando la huida. Sin opciones el español decidió abreviar. Mató de tres pinchazos y una estocada honda trasera. Otro toro que fue pitado en el arrastre y el torero silenciado.
Jesús Enrique Colombo quitó en algo el mal sabor de boca. Tuvo clase en la muleta y buen pitón derecho el sexto. El venezolano meció con gusto y suavidad el capote. César Caro solo señaló la puya y el quite es por caleserinas rematadas con una media y una revolera. Se lució Colombo en banderillas con tres pares de fuera hacia adentro ganando bien la cara. El público vibró. Con la muleta inició en los medios de rodillas con derechazos de mano baja. La faena bajó de intensidad y el toro se vino también a menos. Con las bernardinas finales volvió a encandilar al público que de haber matado bien le hubiera pedido la oreja. Pinchó dos veces antes de propinar una estocada fulminante. Palmas en el arrastre y vuelta al ruedo para el torero.
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