En un comunicado emitido el 6 de octubre del 2022, la empresa Plaza de Acho - Casa Toreros Consorcio Perú informa a los abonados, afición y público en general que, habiéndose realizado las pruebas zoosanitarias en España a los toros de la ganadería de Victoriano del Río contratados para la corrida del 13 de noviembre, estos no superaron los exámenes que Senasa Perú requiere; por ello, queda descartado dicho encierro.
Ante tal adversidad, se indica que se procedió a buscar toros de reemplazo de la misma categoría para realizarles las pruebas que exigen los protocolos. Finalmente, se dice que la corrida que sustituirá a la anunciada inicialmente será la de los hierros de El Puerto de San Lorenzo y La Ventana del Puerto.
Por lo que se entiende del comunicado, los toros de la familia Fraile ya han pasado los controles sanitarios, y del total de ejemplares reseñados se han seleccionado los nueve que se estarían importando, los mismos que han sido mostrados en fotografías. Siendo así, bien pudo la empresa comunicar lo que venía sucediendo apenas se suscitó el impasse.
A menos de veinte días para el inicio de la feria, esto toma por sorpresa al aficionado y es imposible no recordar lo sucedido en la feria del 2017, en la que la empresa anunció con bombos y platillos toros de El Puerto de San Lorenzo, encaste Atanasio Fernández, y finalmente se lidiaron toros de La Ventana del Puerto, encaste Domecq, sin explicaciones previas.
Sí bien esta vez la empresa cumple con comunicar lo sucedido, no deja de resultar extraño que una ganadería de primer orden como la de Victoriano del Río no pase los controles sanitarios. Y aunque la ganadería reemplazante goza de prestigio, la de Victoriano del Río le lleva amplísima ventaja, siendo hoy una de las que más triunfos propicia a los toreros que la matan por la casta y bravura que muestran sus toros. Señores de la empresa, no nos quieran vender gato por liebre.
Apuntamos también —por lo que dejan ver las fotografías de los nueve toros (se entiende que son los toros a importar)— que tres están herrados con el guarismo del ocho, por lo que se concluye que estos tienen la edad reglamentaria. Pero esto último no basta. Solo reseñando con tiempo se puede garantizar la idoneidad de los toros que una plaza como Acho merece. Esto es edad, peso, trapío y hechuras propias del encaste.
Por ende, es lógico concluir que, si el encierro de reemplazo ha sido reseñado fuera de tiempo, cuando ya la temporada española concluyó, lo que nos envíen serán desechos, como ya sucedió en años anteriores. Dada esta situación, por los antecedentes y en aras de la transparencia, exigimos a la empresa lo siguiente:
1. Que profundice en las razones por las que los toros de Victoriano del Río, esperados con ansias por la afición peruana, no pasaron los controles sanitarios, y de ser posible mostrar la documentación del Senasa.
2. Que se publique al detalle los datos relevantes de cada uno de los toros de reemplazo, como son hierro, número y fecha de nacimiento. Información que es consignada en los documentos de importación.
3. Que se acompañe la información con fotografías de cada toro que confirmen los datos proporcionados.
Entendemos también que constituye un pesar para la ganadería Victoriano del Río no poder cumplir con el compromiso pactado, por lo que un comunicado del propio ganadero sería bien recibido.
Por último, hacemos notar la lamentable pasividad de los medios de comunicación, prensa, asociaciones y demás entidades taurinas, muchas de las cuales al parecer se han convertido en voceros de la empresa y se limitan a hacer eco de los comunicados que esta emite. Nuestra afición necesita análisis y crítica. Guardar silencio es jugar un papel cómplice en el posible deterioro del prestigio de nuestra feria.