La penúltima de la Feria del Pilar 2015 anunciaba un mano a mano de lo más interesante. Mano a mano al que ambos toreros llevaron sus toros. Dos de Garcigrande (1ro y 3ro) y
uno de Domingo Hernández (5to) para Alejandro Talavante y tres del Vellosino (2do, 4to y 6to) para Alberto López Simón. Corrida accidentada con bronca incluida al juez donde una tarde más este tomó un protagonismo absurdo al negar una segunda oreja pedida de manera mayoritaria. Tarde en la que además se lidiaron dos sobreros, uno con el hierro de El Pilar en primer lugar y otro con el hierro del Puerto de San Lorenzo en tercer lugar. Corrida de presentación desigual y mansos de condición salvo el quinto bravo y encastado.
Natural templado de Talavante al bravo quinto |
Los Toros
Manso venido a menos el 1ro (bis), noble el 2do, manso invalido el 3ro (bis), maso sin clase el 4to, bravo y encastado el 5to, y manso con movilidad el 6to.
Los Toreros
Alejandro Talavante. Silencio, silencio y oreja con fuerte petición de la segunda.
Talavante defendió con éxito su condición de figura del toreo y salió airoso de un mano a mano donde hubo rivalidad. Qué bien le hace a la fiesta la competencia. Toda la tarde estuvo fino con el capote lanceando con suavidad y temple.
Su primero fue devuelto por acusar falta de fuerza. El sobrero de El Pilar embistió con buen son en el capote. Quita López Simón y replica Talavante ambos por Chicuelinas. En la muleta el toro se viene a menos, embiste rebricado y protesta el muletazo.
Su segundo también de Garcigrande se daña en una aparatosa caída y es devuelto a los corrales. Esta vez el sobrero es del Puerto de San Lorenzo, toro que también debió ser devuelto por inválido. De salida las manos por delante y en la muleta embiste sin ritmo. Para destacar la buena colocación del torero.
Con su tercero otra fue la historia, mención aparte para Juan José Trujillo por lo bien que estuvo con los palos. El que hizo quinto fue gran toro de Domingo Hernández y tuvo la suerte de tener en frente a un gran torero como Talavante. Toro bravo, encastado y exigente al que había que poderle para luego poder torearlo. De salida mete bien la cara y embiste con buen ritmo al capote, el que mece Talavante con suavidad. En la muleta le costó al toro humillar, pero es fijo, pronto, repetidor y nunca regaló una embestida. Muleta poderosa la de Alejandro que hoy estuvo magno, pudiéndole al toro y toreando, mandando en la embestida. Al toro había que cortarle las orejas, la faena era de dos por lo que la suerte suprema fue de matar o morir. Lamentablemente la estocada quedó tendida y no tuvo muerte. Acertó con el descabello y los pañuelos blancos no se hicieron esperar. El juez solo concedió una, la misma que el toreo no recogió. El público que es el que manda lo obligó a dar dos vueltas al ruedo, reconocimiento que vale más que una oreja negada por cualquier juez fantoche.
Lo de López Simón alcanza para seguir soñando. Con su primero estuvo soberbio. De salida lo lancea con gusto a la Verónica. El toro tiene recorrido y se viene a mas en banderillas donde los de plata saludan una ovación. Estatuarios para comenzar la faena y derechazos templados. En la muleta la embestida es incierta. Mejor fue la segunda tanda y mejor aún la tercera, mandando y templando, toreando con despaciosidad y alargando la embestida.
Con su segundo demostró que todos los toros le valen. Manso sin clase fue el cuarto. Toro que toma el engaño, pero que no pasa, aun así se dio maña para sacar pases donde no los había.
El último de la tarde tuvo movilidad pero escaso de fuerzas. Sutileza en el manejo de los trastos y arrimón final para torear en un palmo de terreno. Faena que pudo ser de oreja pero que el bajonazo con el que despachó al toro esfumó toda posibilidad.
Foto: Cultoro
Foto: Cultoro
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