Por: Fernando Farfán
La Feria del Señor de los Milagros 2017 ya está en marcha y después del anuncio oficial de los carteles se pueden sacar algunas conclusiones. La primera y más evidente es que la presente feria ha bajado de nivel en comparación con la feria pasada.
Casa Toreros puso el listón muy alto el año pasado, tanto que este año no han podido o no han querido superarlo, o por lo menos igualarlo. Aun así la Feria del Señor de los Milagros 2017 pinta interesante.
En el plano ganadero están repitiendo las dos mejores ganaderías de los años 2015 y 2016. Daniel Ruiz y Hermanos García Jiménez respectivamente. La tercera por confirmar se espera que también sea de un hierro puntero español.
Se ha tenido con buen criterio contar con las nacionales La Viña y El Olivar propiedad de Aníbal Vázquez, de buen desempeñó en las ferias del interior del país y con Santa Rosa de Lima, que ya ha lidiado en Acho con relativo éxito.
Para la novillada fuera de abono repite La Centinela de rotundo fracaso la feria pasada. Esta corrida vuelve a ir por cuenta y riesgo de los ganaderos.
Se ha tenido con buen criterio contar con las nacionales La Viña y El Olivar propiedad de Aníbal Vázquez, de buen desempeñó en las ferias del interior del país y con Santa Rosa de Lima, que ya ha lidiado en Acho con relativo éxito.
Para la novillada fuera de abono repite La Centinela de rotundo fracaso la feria pasada. Esta corrida vuelve a ir por cuenta y riesgo de los ganaderos.
Hablando de toreros la nómina de contratados es de 14 para cubrir 15 puestos. La base del cartel la conforman cuatro primeras figuras del toreo: Enrique Ponce, José María Manzanares, Sebastián Castella y Andrés Roca Rey que va a dos tardes; otros cuatro que están en una posición expectante: Paco Ureña, torero que cayó de pie en Lima en el 2015, José Garrido y los triunfadores de Madrid, Ginés Marín y Juan del Álamo.
A estos se suman Manuel Escribano, Joselito Adame, torero muy querido por estas tierras, nuestro compatriota Joaquín Galdós y la nueva sensación, el venezolano aún novillero y próximo a tomar la alternativa Jesús Enrique Colombo. Completan el cartel el nacional Fernando Roca Rey, cuya inclusión sigue generando controversias, y el también aún novillero Rafael Serna.
A todas luces una feria que para terminar de justificarse tiene que ir de la mano con una reducción en el precio de las entradas.
Lo de Rafael Serna resulta arriesgado, es una apuesta de cara o sello. Si de toreros jóvenes se trataba mejores opciones eran Javier Jiménez y Álvaro Lorenzo, y si hay un torero que falta ese es Alejandro Talavante hoy por hoy indispensable en cualquier feria. Aunque la plana de toreros no es mala se le pudo sacar mejor provecho haciendo otras combinaciones, porqué tal cual están presentados los carteles no hay ninguno que esté totalmente rematado.
Se sabe lo difícil que es armar carteles, porque hay que jugar con fechas, con la disponibilidad de los diestros, con sus preferencias por una u otra ganadería y muchas veces también con sus caprichos, por lo que es difícil siempre satisfacer el gusto de todos los aficionados.
Se entiende también que los empresarios buscan rentabilizar su inversión y eso en Lima por las condiciones ya conocidas resulta tarea difícil. Buscar el equilibrio entre rentabilidad empresarial y satisfacción del aficionado es indispensable.
La apuesta es a futuro. El año pasado se vendieron 3500 abonos y este año con una reducción en el precio que guarde relación con la feria que se ofrece y una buena promoción esa cifra puede aumentar, y en la media que se mantenga, en los próximos años podríamos contar con una feria como todos queremos.
Este año será fundamental que los toros sean toros, con edad, peso y trapío, no hay excusas para que no sea así, y en la medida que embistan podríamos tener una gran feria.
¡Que Dios reparta suerte!
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