Cutervo: ¡No al fraude!

Por: Fernando Farfán

Terminada la Feria de Cutervo 2017 toda la atención y los comentarios han estado referidos a la nefasta gestión de la comisión Seda y Oro presidida por César Lozada dejando a un lado aspectos taurinos no menos importantes.

Si los cutervinos, y vale también para los chotanos, quieren posicionar sus respectivas ferias como las más importantes del país tienen que cuidar aspectos que vayan más allá de una buena organización y propuesta de carteles rematados. Entre otras cosas, cuidar el estado del ganado a lidiar es primordial, presentando toros con edad y peso reglamentario, con un trapío acorde con la realidad de la plaza y con las astas íntegras.

Roberto Puga volvió a pegar un petardo en Chota con una corrida indigna y en Cutervo la manipulación de las defensas ha sido evidente y en algunos casos escandalosa.

El toro que ilustra la portada con el hierro nacional de Parra se lidió en la quinta de abono en Cutervo y le tocó en suerte a Esaú Fernández, que en el colmo de la sinvergüencería, falta de respeto y prepotencia la tarde anterior, como reseña Martín Campos en su crónica, le increpó al ganadero por un toro que había echado en puntas diciéndole: “Yo toreo lo que me pongan… Pero no pueden echarme uno así con dos cuchillos aquí en donde no hay enfermería“. Válida la preocupación del torero, pero si tanto le preocupa el tema médico mejor que no venga o... ¿Pretendía que le “arreglen” todos los toros que iba a lidiar?

Un reclamo así faltándole el respeto al traje que viste y al ganadero no lo haría en España. Sí algo bueno se hizo en esta feria fue la implementación de servicios médicos.

El afeitado es una practica fraudulenta y repugnante que no puede permitirse en ninguna plaza y debe denunciarse siempre. Para eso están los análisis postmortem cada vez que hay sospechas de manipulación y para corroborar la edad de las reses.

Hay mucho por hacer, pero no cabe duda que tanto Chota como Cutervo tienen un gran potencial taurino, por lo que esperamos en lo sucesivo la organización de sus ferias recaigan en personas honorables, de reconocida trayectoria y con solvencia económica para dar festejos de categoría. ¡Chota y Cutervo se lo merecen!

Foto: José Carlos Arata