Serios y con cuajo fueron los del Conde la Maza, pero descastados y deslucidos en su comportamiento en la octava de la Feria del Toro. Corrida muy mal picada en la que los del
castoreño se excedieron en el castigo y Eugenio de Mora se mostró con mucho oficio, Antonio Nazaré se fue inédito y Juan del Álamo dejó dudas en su segundo.
Eugenio de Mora paseando la oreja de su primero |
Con el primero de la tarde Eugenio de Mora estuvo muy firme, siempre por encima de su enemigo, protestón y sin ritmo. Mató de una entera trasera de buena ejecución que le valió para cortar una oreja. El de la merienda, serio como él solo, no tiene un pase. Embiste a la defensiva y se queda corto. Mérito para de Mora que se puso donde no era fácil.
El segundo de la tarde descastado, soso y justo de fuerzas acusó el fuerte castigo en varas que se le propinó. Aquí no tuvo opciones Antonio Nazaré. Su segundo no tuvo malas ideas, sosote y manso, pero se orientó al final. El sevillano pasó inédito por Pamplona.
Juan del Álamo se mostró frío toda la tarde. Su primero fue otro toro sin opciones, descastado y soso que no acude al cite, no repite y desarrolló sentido al final. El que cerraba la tarde fue noble y sin transmisión, pero de mejor condición que sus hermanos. No estuvo a la altura del Álamo, solo trapazos al aire sin decir nada. Mala corrida, mala tarde.
Foto: Cultoro
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