La de
Garcigrande y Domingo Hernández en la penúltima de Pamplona no ha sido la corrida
soñada por el ganadero en cuanto a comportamiento, ni la mejor presentada, pero
no fue la anovillada, sin cara y vergonzosa como se ha querido hacer ver. Está claro
que en Pamplona sale el toro más ofensivo y aparatoso de cuerna de la camada, y
los de ayer no lo fueron, sin embargo hubo tres toros serios, primero segundo y
sexto y con menos cara y cuajo, tercero, cuarto y quinto. Corrida mal
presentada por desigual, con los matices propios de su encaste, alguno con más
fondo que otro, bueno primero y cuarto, ninguno tan bravo como para ser el toro
de la feria, pero tampoco tan manso que no haya permitido expresarse a los
toreros.
"El Juli" con su segundo despitorrado |
Una corrida media, con un Juan José Padilla que volvió a estar, un “Juli”
técnico y dominador; y un Perera haciendo
gala de temple y poderío sobre todo con el tercero.
Mención aparte lo que
sucedió con el segundo de “El Juli”. ¿Tiene alguna culpa el torero que el toro
derrote y se dañe las defensas? Ninguna, ni culpa, ni responsabilidad, pero
esa debilidad de pitones deja muchas dudas. ¿Debilidad causada por
un posible afeitado o por el uso de fundas? Si alguien tiene las herramientas
de juicio que juzgue, pero que lo haga desde la base del conocimiento.
El
festejo terminó con un “Juli” en volandas, gracias a las dos orejas cortadas
una en cada toro, exagerada la segunda, pero pedida por el público. ¿Tiene
culpa también de esto el torero? Otra vez creo que no. “El Juli”, ni héroe, ni villano.
Foto: Jesús Diges
Foto: Jesús Diges
hoy se escobillo otro de Miura y no hay escandalete, ni lo habrá porque es engreido de las duras y el Juli Figuron del toreo
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