En Lima... Una miurada con mas pena que gloria

Por Fernando Farfán

Lima, segunda de Feria del Señor de los Milagros. Tarde gris y tres cuartos de entrada para ver la vuelta de los legendarios toros de Miura a la Plaza de Acho después de cincuenta y

Derechazo con hondura de Paco Ureña al sexto de la tarde

seis años, pero fue tan grande la expectación como la decepción. Corrida entipada, pero muy desigual en cuanto a presentación la enviada el domingo 8 de noviembre a Lima desde Zahariche. Los tres primeros terciados, flacos y escurridos de los cuartos traseros. Miuras para plaza de segunda y los tres restantes serios y con trapío. Débil de manos con fijeza el primero; inválido, noble con calidad pero sin transmisión el segundo; descastado y manso el tercero; con poder y peligro el cuarto; a menos y sin recorrido el quinto; y con poder y con posibilidades el sexto.

Rafael Rubio "Rafaelillo": Silencio y silencio.

Manuel Escribano: Silencio y silencio.

Paco Ureña: Silencio y oreja.

Detalles:

Rafael Rubio Rafaelillo, Manuel Escribano y Paco Ureña, hicieron el paseillo desmonterados.

"Rafaelillo" (Chicle y oro) recibe a su primero con dos largas cambiadas rodillas en tierra y dos verónicas rematadas con una Media. Se revuelve rápido el toro y dobla las manos al salir del caballo. El toro corta el viaje en banderillas donde es cogido José María Marzano. El tercio es cambiado con solo dos pares. Débil de manos este primero que tuvo como mayor virtud la fijeza. El toro embiste pegando derrotes, repone, se queda corto y los muletazos son de uno en uno. Mata de un pinchazo y una media tendida.

A su segundo, que embiste con fuerza de salida y se revuelve, lo fija en el capote lidiando a la antigua con la rodilla flexionada. Fue bien picado el burel que acudió tres veces al caballo. En banderillas se luce Dennis Castillo con dos pares de mejor ejecución que colocación y saluda una ovación. Toro bronco y con las complicaciones propias de un Miura al que "Rafaelillo" le recetó su ya conocida lidia sobre las piernas y macheteo por bajo para someterlo. Una entera que hace guardia al primer intento y otra entera para pasaportar al cuarto de la tarde.

Manuel Escribano (Escarlata y oro) estuvo voluntarioso. A su primero lo recibe a la verónica, pero el toro no repite y se sale suelto. Un solo puyazo mal ejecutado y es cambiado el tercio. El toro galopa en banderillas donde es bueno el primer par y sin mayor lucimiento el segundo de dentro a fuera y al quiebro el tercero pegado a las tablas. Brinda al público e inicia su faena con dos cambiados por la espalda. El toro es pronto, noble, embiste con calidad, pero débil de manos y sin trasmisión. Sin opciones el de Gerena que mata de una media en buen sitio. 

A su segundo lo recibe a porta gayola. Toro con poder este quinto que lancea a la Verónica y remata con una Media rodilla en tierra. Galleo por Chicuelinas para llevar al toro al caballo donde empuja con fuerza y recibe un solo puyazo. Para rescatar en banderillas solo el tercer par de poder a poder de los cuatro que intentó colocar. En la muleta inicia alternando pases por ambos pitones. El toro embiste con la cara abajo, pero sin recorrido. Cita Escribano con la muleta retrasada sin conseguir alargar la embestida. Tampoco estuvo fino con la espada, un pinchazo, media trasera y un descabello, antes de ver doblar a su enemigo.

Paco Ureña (verde agua y oro) tuvo uno y uno. Se las vio con el peor del lote y con el único con posibilidades. Su primero es complicado de salida, repone y es pesimamente picado. Brinda al público e inicia su faena por bajos. Muletazos de buen trazo, pero el toro no repite y se sale suelto de la muleta. Por el izquierdo va mejor pero sin celo. Sin opciones Ureña con un manso que mata de una entera desprendida.

Un día antes de la corrida nos declaraba Ureña en una entrevista que le encantaría que Lima pueda disfrutar de su toreo y no se fue decepcionado. Lo mejor de la corrida vino con el que cerraba la tarde que no permitió mayor lucimiento de salida. Otro toro bien picado que empujó con fuerza en el caballo y al que se le recetaron dos puyazos. En la muleta derechazos templados en series de tres perdiendo pasos. Toreo profundo, hondo y encajado. Otra tanda de derechazos y el remate de pecho es soberbio. Por la izquierda cita de frente pero no es el mejor pitón del toro. Vuelve a la derecha para instrumentar Molinetes que calientan al tendido y sufre una cogida aparatosa. Vuelve a la cara del toro entre gritos de ¡torero! ¡torero! y los tres derechazos antes de entrar a matar son desmayados. Pinchazo en todo lo alto y estoconazo. Pañuelos blancos en los tendidos y una oreja que premia de un modo algo exagerado una buena faena. 

No fue una buena tarde de toros y mal la banda de música que viene tocando en faenas que no lo ameritan y los gritos en los tendidos de ¡torero! ¡torero! que parece se están haciendo manía.

Sin embargo todo no ha sido malo, pues también hay cosas para rescatar como la limpieza que se le dio a la plaza y que se haya colocado en la pizarra el mes y año de nacimiento de los toros, algo que habíamos reclamado desde esta tribuna durante la semana.

Foto: José Carlos Arata