Por: Fernando Farfán
21 de mayo de 2017. Plaza de Toros de Madrid. Undécima corrida de feria. Anodina, insustancial, mediocre, aburrida, apagada, gris, infortunada y monótona son adjetivos que bien califican la corrida de Las Ramblas. Si Talavante nos
libró de la desesperanza la tarde del viernes hoy Antonio Ferrera nos libró del bostezo. Fue en el quinto toro donde Ferrera volvió a mostrar el gran nivel en el que se encuentra. Pozo, despaciosidad, naturalidad y buen gusto. ¡Qué bonito es el toreo bien hecho! Faena inteligente a un medio toro que embistió con la cara alta y sin mayor celo llevándolo siempre a su aire y a su altura. Oreja de peso cortada despues de dejar una entera. Los otros cinco no permitieron lucimiento ni a Juan José Padilla ni a Manuel Escribano por ser inválidos como el primero; sosos, sin transmisión y descastados como el segundo; mansos como el tercero y cuarto; y venidos a menos como el sexto, aunque este último con otra lidia pudo ser de premio.
La feria sigue sin levantar cabeza. En el aspecto ganadero muy pobre lo visto hasta hoy. Veremos que pasa en los festejos siguientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario