Otra tarde de no hay billetes la decimoquinta de San Isidro y otra tarde de decepción. Seis toros de El Pilar, serios, bien presentados, pero descastados y de comportamiento desigual para Juan José Padilla, José María Manzanares y Miguel Ángel Perera. Segunda comparecencia en Madrid del «Ciclón de Jerez» que ha soplado bajo en este feria, hoy volvió a lucir frío y apático. Con el primero arriesgó muy poco, un toro serio, con poca movilidad, pero con posibilidades y con su segundo, un inválido de buena condición y noble solo muletazos al aire sin decir nada. José Mari Manzanares, que cortó la única oreja de la tarde, estuvo muy dispuesto. Su primero vio caer el pañuelo verde por dañarse del asta derecha en el caballo, el sobrero de Charro de Llen de salida tiene algo más de emoción y el alicantino se estira a la Verónica, con la muleta estuvo templado, pero tiene que torear al toro y al viento y así se hace muy difícil y todo quedó en buenas intenciones.
Su segundo no solo embiste con emoción, sino también lo hace con calidad, a éste también lo lancea a la Verónica. El toro lleva peligro y en la primera tanda con la muleta se le cuela peligrosamente por el derecho, pero sin consecuencias. Manzanares insiste por ese pitón y le roba buenos muletazos rematados con el de pecho relentizados al pitón contrario. Por el izquierdo también instrumenta buenos naturales. Faena pitada por un sector del público que le reclaman la colocación, pero lo que nadie puede negarle hoy día es la disposición y la entrega. Estoconazo y oreja protestada que pasea en una vuelta al ruedo entre vítores y rechiflas. Miguel Ángel Perera estuvo como cada tarde firme y templado. Su primero va mejor por el izquierdo, pero por el derecho protesta los muletazos pegando gañafones. No tuvo mejor suerte con el último de la tarde que aunque fijo y tomando bien el engaño sale distraído, el toro no transmite y la faena entra en una especie de letargo. Con toros así es imposible.
Su segundo no solo embiste con emoción, sino también lo hace con calidad, a éste también lo lancea a la Verónica. El toro lleva peligro y en la primera tanda con la muleta se le cuela peligrosamente por el derecho, pero sin consecuencias. Manzanares insiste por ese pitón y le roba buenos muletazos rematados con el de pecho relentizados al pitón contrario. Por el izquierdo también instrumenta buenos naturales. Faena pitada por un sector del público que le reclaman la colocación, pero lo que nadie puede negarle hoy día es la disposición y la entrega. Estoconazo y oreja protestada que pasea en una vuelta al ruedo entre vítores y rechiflas. Miguel Ángel Perera estuvo como cada tarde firme y templado. Su primero va mejor por el izquierdo, pero por el derecho protesta los muletazos pegando gañafones. No tuvo mejor suerte con el último de la tarde que aunque fijo y tomando bien el engaño sale distraído, el toro no transmite y la faena entra en una especie de letargo. Con toros así es imposible.
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